miércoles, 13 de junio de 2012

elearning y los NI-NI


Los efectos más devastadores de la burbuja inmobiliaria de España no es la crisis. De la crisis se saldrá, antes o después. Si seguimos las curvas, será tan larga como el periodo de bonanza o no. Ni soy economista pero me lo permito porque ellos tampoco aciertan.

El efecto más perverso ha sido con cierta parte de la juventud que ni trabajan, ni estudian. Los denominados NINI. No hacen nada. Creen que no tienen presente pero tampoco imaginan un futuro. De lo más dañino que hay es que a uno le roben la capacidad de soñar (tener un futuro). 

Mi percepción estaba equivocada. Creía que los NINI eran mucho más tecnológicos, pero varias experiencias propias y de compañeros del sector me dicen lo contrario. Pensaba que el uso de la consola, teléfonos móviles, ordenadores les convertía una generación integrada con la tecnología. Parecía que la brecha digital sería hasta esta generación. Si bien se cumple para la generación completa, parece que no es así en los NINI.

La realidad parece más gris. Frases como "A mi no me ha llegado ningún correo. Mira estoy en el Messenger y no me sale ninguno" pueden servir de muestra. En otros casos, el servicio de atención al alumno viene horrorizado de las cosas que les preguntan como "¿Qué es eso del antivirus?".

Esto es una muy mala noticia para el elearning. Una de las cosas que parecía resuelta es la cultura informática básica necesaria para enfrentarse a un curso elearning y parece que tendremos que volver a los cursos de alfabetización informática antes de empezar un programa.

Resulta curioso cómo teniendo tanta tecnología no se sepa utilizar elementos básicos.

Tengo un ejemplo personal que lo explica. Mi pareja sigue sorprendiéndose de cómo soy capaz de ir andando por el salón de casa, encontrarme encontrarme algo que he dejado desordenado en el suelo y, en lugar de recogerlo, sortearlo en escorzo. Cuesta más evitarlo que recogerlo.

Aquí parece que ocurre lo mismo. Aprender a utilizar la consola, el ordenador, el móvil, la tele... para conseguir sus fines y no poner ni una gota más de curiosidad para ver que otras cosas se pueden hacer.