Haciendo análisis sobre mi comportamiento en las clases, me hacen gracia los filtros que le voy poniendo. He encontrado 3 filtros.
- El primero, el filtro de psicólogo está siempre activo. Sobre ello, debo reconocer que el paso del tiempo hace que muchas cosas me suenen pero me venga muy bien el repaso.
- El segundo, mi experiencia como formador presencial. Voy evaluando al profesor todo el rato, todo lo que hace, me planteo apoyos didácticos que podrían utilizar, por cierto, muy buen profe hasta ahora.
- El tercero, el filtro del elearning. cómo transformaría estas clases en elearning. Y me sale solo. El primer día, con recursos de la red, subía a Moodle la clase que había recibido y tardé poco más de 30 minutos.

Antes de ir al curso de preparación para el parto, había leído algunas cosas, pero no estaban integradas y relacionadas. Al ir a un curso (son 19 clases las que vamos a tener) el aprendizaje estará organizado y todo lo nuevo integrado con lo anterior.
En el curso te ayudan a discriminar la información buena de la mala y te dan referencias al leer y, de verdad, hay muchas tendencias.
En este momento, el acceso a la información no es relevante. En el curso no dan documentación y realmente, creo que no es necesario. Con un guión de una hoja de cada sesión sería suficiente para encontrarlo en internet y con la escucha atenta, para discriminarlo.
Como reflexión final, creo que este curso se podría pasar su parte teórica a elearning con suma facilidad, con actividades síncronas y asíncronas. La clave del curso no está en conseguir buenos materiales (hay fácil acceso), sino en su organización y adaptación al entorno. Por otro lado, creo que para tratar miedos o temores el anonimato sería muy positivo.
Es decir, para montar un buen curso se necesita un buen experto que organice la información a dar y un asesor pedagógico que la adapte a la formación elearning.
¿Puede ser en este caso mejor la modalidad elearning que la presencial?
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