
A pesar de vivir de la formación desde 1995, no comprendo muy bien pagar por aprender aquello que viene en un libro. Si es de física cuántica se pagará lo que haga falta pero ante contenidos claramente accesibles no está tan justificado.
Si seguimos el ejemplo de los profesores particulares y lo llevamos a un curso on line veremos porqué hace falta un tutor:
- El contenido del curso puede no estar tan claro como debiera y necesitamos a alguien que nos lo explique mejor o poder comentarlo. De esta manera o lo entiendo o me ayuda a reorganizar el nuevo conocimiento con el conocimiento anterior (COMPRENSIÓN).
- Muchas personas necesitan saber que tienen el apoyo de otra persona para sacar el curso. Alguien que le guíe, que le diga que tiene que hacer y cuando, que le refuerce cuando lo hace bien y que le abronque cuando no cumple. En el fondo, que le diga que puede hacerlo y le de confianza. Además, una persona cercana a la que se atreva a decir que no lo sabe o no lo entiende (EMOCIÓN).
Es decir, hay dos necesidades básicas que cubrir, la comprensión y la emoción. A partir de estos polos básicos podremos definir diferentes organizaciones tutoriales.
- El curso no tiene complejidad y es accesible para cualquiera y es de corta duración.
- El curso es técnicamente muy complejo y su duración programada es de 6 meses.
¿Cómo debe ser el tutor?. Todavía no entramos en ello, pero una cosa está clara... Distinto.
¿Estás de acuerdo? Escribe tu opinión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario