miércoles, 16 de septiembre de 2009

¿De qué color lo compro?

Como muchos otros, he llegado al e-learning desde la formación presencial. Todavía me resulta curioso ver como cambian las variables relevantes en un curso según la modalidad. Recuerdo los programas presenciales en los que había que escribir lo del 50% teoría y 50% práctica, el activo y participativo y se ofrece prácticas y bolsa de empleo. El mundo digital no cambia mucho, pues son las tutorías proactivas, con herramientas colaborativas y la flexibilidad.

La flexibilidad en el e-learning me recuerda a los eternos publireportajes televisión sobre los aparatos para hacer gimnasia en casa con los que sólo necesitas 5 minutos y no tienes que ir al gimnasio. Por lo general, a las personas constantes que son capaces de aplicar todos los días 5 minutos, tampoco les cuesta ir al gimnasio. A los inconstantes, al tercer día empezamos a flojear.






Lo curioso de todo ello es que pocas veces me han preguntado por los objetivos de un curso y sobre los beneficios que causará a los alumnos. Es decir, no se fijan en el qué, sino en el cómo.

Esto pasa en todas las áreas. Estuve ayudando a una amiga a tomar la decisión entre dos coches y el criterio final fue el color. Mi cadena de música, objetivamente costó bastante más porque tenía muchas lucecitas...

No importa tanto la esencia como el frasco.

3 comentarios:

  1. ¿Quieres decir que es por ESO por lo que no ligo?
    Joder, haber avisado antes..... ;-)

    Duro con el blog

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  2. Nosotros, en las convocatorias de nuestros cursos (siempre presenciales), ponemos lo primero y en letra más grande los objetivos: "Al finalizar este curso los alumnos serán capaces de..."

    En la encuesta, pedimos que valoren si los objetivos del curso se han cumplido....

    Da igual, si el formador contaba buenos chistes las notas suben si era un muermo las notas bajan.

    Es la naturaleza humana, supongo.

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  3. Hola Luis, estoy convencido. El calor humano en un curso, también puede venir en su contra. Hay veces que preferirías leerte un libro en casa antes de un curso aburrido. Y en el fondo, de deja de tener algo de lógico.

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